jueves, 19 de enero de 2012

Historia del camino. Siglo IX

Hacia el año 44 d.C., Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo de Galilea, fue decapitado por Herodes Agripa siendo el primer apóstol que muere martirizado. Según el documento Epístola del Papa León, los siete discípulos del Apóstol se llevaron el cadáver hasta el puerto de Jope, donde apareció una embarcación y navegaron durante siete días bajo orientación divina, alcanzando un lugar llamado Iría Flavia en la costa gallega. Al tomar tierra el cuerpo de Santiago se elevó por los aires desapareciendo con dirección al sol. Los discípulos recorrieron doce miliarios en su búsqueda, hasta que por fin hallaron el sepulcro del Maestro bajo un monumento de mármol. Al tiempo, tres de los discípulos, tuvieron que exterminar, con la ayuda de Santiago, un gran Dragón en el lugar que hoy se conoce como Monte Sacro.

SIGLO IX, La aparición del sepulcro
Sobre el 813, reinando Alfonso II el Casto, un ermitaño llamado Pelayo, cree ver la luz de unas estrellas señalando un túmulo en el monte Libradón, donde más tarde surgiría Compostela. El suceso comunicado al Obispo de Iría Flavia, Teodomiro hace iniciar el desbroce de la maleza y se descubrió el arca marmórea con los restos que  el Obispo atribuyó al Apóstol Santiago. Teodomiro da cuenta del hallazgo a Alfonso II que manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia de mampostería y barro. El mismo Rey da cuenta del hecho a Carlomagno, y la noticia se propaga por Europa.
Hasta 27 milagros obrados por Santiago, se recogen en el Códice Calixtino, pero es en el 859, durante la ocupación árabe de España, cuando en Clavijo, a 18 km. de Logroño, Ordoño I se enfrenta a las tropas de Abderramán II en clara desventaja. En el fragor de la batalla, el Apóstol Santiago aparece sobre un caballo blanco. Los cristianos vencen y es cuando el mito jacobeo traspasa los pirineos.
A partir de ahí empieza el peregrinaje a la tumba del Apóstol, trazándose caminos desde todos los confines y es a principios del siglo XII cuando alcanza el mayor apogeo, manteniéndose durante varias centurias. Esta popularidad que durante siglos llegó a superar incluso peregrinaciones como las de Roma o Jerusalén, se debió en buena parte al apoyo de los monjes de Cluny y del pontífice CalixtoII.

domingo, 25 de diciembre de 2011

El Camino

Apóstol SantiagoPara entender las peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela, hay que partir de la tradición  y la leyenda que habla de la labor evangelizadora del santo en tierras de la Hispania romana. Tras la muerte de Jesucristo, Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, continúa su labor apostólica en Jerusalén. Luego pudo embarcar hasta alcanzar algún puerto de Andalucía en algun barco que comunicase comercialmente Hispania con Palestina.
Su misión comenzaría en el sur de Hispania para luego desplazarse al norte por tierras portuguesas (Coimbra, Braga, etc.) llegando hasta Iria Flavia, ya en Galicia. Después se dirigiría hacia el este de la península (Lugo, Astorga, Zaragoza y Valencia) para partir, de nuevo, hacia Palestina, desde la costa española.
A su llegada a Palestina y tras incumplir la prohibición de predicar el cristianismo fue decapitado en tiempos de Herodes Agripa. Según la tradición, su cadáver fue robado por los discípulos Atanasio y Teodoro y llevado en barco de nuevo a tierras españolas, en concreto a Iria Flavia (cerca de la actual Padrón).

La tradición prosigue con el difícil viaje del cuerpo de Santiago transportado en carro hasta el bosque de Libredón, lugar en que los bueyes se negaron a continuar. Este hecho debió ser tomado como una señal y elegido como lugar de enterramiento.


Para entender el largo viaje emprendido por sus discípulos desde Palestina a las costas gallegas para dar sepultura al cuerpo de su maestro, hay que entender las afirmaciones de San Jerónimo que ratifica que fue establecido, al disponerse la salida de los Apóstoles a predicar hacia todos los rumbos que al morir cada uno descansaría en la provincia dónde había predicado el Evangelio.
En el Breviario de los Apóstoles, de finales del siglo VI, se habla de la predicación de Santiago en España y su enterramiento en el Arca Marmárica. La tradición se encarga de difundirlo y en la segunda mitad del siglo VII, Beda el Venerable describe con precisión la localización exacta del cuerpo del Apóstol en Galicia.

Aunque la invasión árabe y los cambios políticos, sociales y religiosos que acarrearon en el país, silencian durante un tiempo la tradición jacobea en España, a finales del siglo VIII resurge de la mano del Beato de Liébana que escribe:¡Oh Apóstol, dignísimo y santísimo,cabeza refulgente y dorada de España, defensor poderoso y Patrono nuestro.

Descubimiento del sepulcro en tiempos de Alfonso II El Casto

Tras la batalla de Covadonga, se asienta en Asturias un pequeño reino que intenta recuperar el ideal unificador de la monarquía hispanovisigoda.  Iglesia de San Tirso. OviedoUno de los principales monarcas de este periodo fue Alfonso II El Casto que reinó entre el año 791 y el 842. Estableció la capital en Oviedo a la que dotó de numerosos edificios y construyó numerosas iglesias (Cámara Santa, San Tirso, San Julián de los Prados...) y palacios, tratando de imitar el antiguo esplendor del Toledo visigodo. Su gran logro fue consolidar la resistencia al poder musulmán de Al-Andalus. Durante sus reinado se produce el pesunto descubrimiento de la tumba del Apóstol .

Cuenta la Concordia de Antealtares (1077), que  un ermitaño llamado «Pelayo» que vivía en Solovio en el bosque de Libredón vio durante las noches resplandores. Informó del hallazgo a Teodomiro, obispo de Iria Flavia que fue y encontró que esa luz revelaba el lugar donde estaba enterrada el Arca Marmárea. En el sepulcro pétreo reposaban tres cuerpos, atribuyéndolos a Santiago el Mayor y sus discípulos Teodoro y Anastasio.

Teodomiro visita la corte de Alfonso para informarle. El rey organiza un viaje a este lugar y al llegar al citado "Campo de Estrellas" (Compostela) manda la construcción de una pequeña iglesia de estilo asturiano, que ha sido constatada por las excavaciones. Teodomiro traslada la sede episcopal a este lugar y muere en el año 847 (en las excavaciones arqueológicas ha aparecido su lauda sepulcral). Queda establecida así la tumba del apóstol en aquel lugar, punto situado en el extremo occidental de Europa. El camino a Finisterre era indicado desde cualquier lugar de Europa por las estrellas de la «Vía Láctea». (desde antiguo se creía que allí se acababa el mundo)  Posiblemente estos hechos geográficos y astronómicos ayudaron a reforzar el magnetismo.

Con el enorme prestigio que proporciona la presencia de las reliquias de Santiago el Mayor, discípulo preferido de Jesús, los reyes astures y leoneses de forma rápida y hábil aprovechan para consolidar su reino en oposición a Al-Andalus y para darse a conocer al resto de la Cristiandad. Se hace de Santiago el abanderado de los ejércitos cristianos en las contiendas militares y se crea la leyenda de la intervención gloriosa del apóstol en la más que dudosa batalla de Clavijo. Desde entonces, los ejércitos cristianos entran en batalla con el grito: "Santiago y cierra España". En el 899 Alfonso III, El Magno, consagra una nueva catedral de mayores dimensiones y arte que la levantada por Alfonso II. Un siglo más tarde, en el año 977 Almanzor destruye Santiago -aunque respeta la tumba- a sabiendas que se trataba del centro espiritual del enemigo.
El apogeo del Camino en el románico
La orden de Cluny se hace eco del prestigio de Compostela y en el siglo XI promueve las peregrinaciones; a cambio los reyes hacen generosas donaciones a sus monasterios.
A lo largo del siglo XI la afluencia de peregrinos se intensifica y comienza la organización de los reyes para facilitar el tránsito: puentes y hospitales y establecese una ruta principal con sus respectivas estaciones (Camino Francés).En el 1073 se inicia la construcción del tercer templo consecutivo sobre la tumba del apóstol, bajo mandato del obispo Peláez. Será la gran catedral románica que conocemos: un magnífico templo del "románico de peregrinación".

El definitivo espaldarazo a la gran ruta de los siglo XII y XIII es la concesión desde Roma de los Años Santos Compostelanos, con la posibilidad de que los peregrinos obtengan la indulgencia. La Bula Regis Aeterni concedida por el Papa Alejandro III en 1179, confirma el privilegio concedido por el papa Calixto II en el año 1120 por lo que serán Años Santos o  Jubilares todos los que el día 25 de Julio (día de Santiago) coincida en domingo.
Las condiciones para ganar el jubileo son las siguientes: Visitar en Año Santo la Catedral de Compostela donde se guarda la Tumba de Santiago; rezar alguna oración o recibir los Sacramentos de la Penitencia y la Comunión, dentro del período comprendido entre los quince días anteriores y posteriores a la visita a Compostela.


En 1139 Aymeric Picaud lleva a Santiago su "Guía del Peregrino" denominado Codex Calixtinus atribuido por los monjes de Cluny al Papa Calixto II, de ahí su nombre. En él se describe el Camino de Santiago y se dan consejos describiendo también el recorrido, sus lugares y gentes. Es la época de esplendor del Camino. Miles de peregrinos de Europa van hacia el fin del mundo conocido con su bastón y su calabaza-cantimplora. La vieira o venera conseguida en Compostela acreditará, al regreso, el éxito de la aventura.

Declive
A partir de la peste negra en el siglo XIV las peregrinaciones se ven seriamente disminuidas. Doscientos años después, la aparición del Protestantismo es otro golpe al Camino pues el mismo Lutero disuade a sus seguidores de viajar hasta su tumba con palabras como: «... o sea, que no se sabe si allí yace Santiago o bien un perro o un caballo muerto...»
El arzobispo de Santiago en 1587-1602, Don Juan de Sanclemente y Torquemada, ante la amenaza del corsario Francis Drake ocultó sus restos llevándose el secreto a la tumba. Éste y otros motivos consiguen que durante los siguientes dos siglos las peregrinaciones entran en una atonía tal que según cuentan las crónicas, el 25 de julio de 1867 tan solo habían acudido a Compostela unas pocas decenas de peregrinos.

Resurgir
El arzobispo Payá Rico descubre los restos del apóstol en 1879 y se apresta a la aprobación de la autenticidad de las reliquias, que consigue de las autoridades eclesiásticas de la época y que ratifica el propio Papa León XIII en su Bula Deus Omnipotens.
Es el último cuarto del siglo XX cuando se produce el resurgir de las peregrinaciones a Santiago. La ruta jacobea se ha ganado su prestigio actual gracias a su valor cultural y  espiritual. En 1993 el Camino de Santiago fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Qué es el Año Jacobeo

Año Santo o Jubilar es un tiempo en el que la Iglesia concede gracias especiales espirituales a los fieles a imitación de lo que la Biblia dice del Año Jubilar de los israelitas (cada 7 años era Año Sabático).
El Papa Calixto II en 1122,dada la magnitud que alcanzaba la peregrinación a Santiago, decidió distinguir al santuario  DE Santiago de Compostela con el privilegio jubilar o de los "Años Santos", dispensador de gracias muy singulares, concesión continuada por Alejandro III mediante la Bula en 1179 en la que establece que serán "Años Santos Compostelanos" aquellos en los que el día 25 de julio, festividad de Santiago, coincida en domingo.
Hasta ahora ha habido 118 celebraciones jubilares.

GRACIAS JUBILARES DEL AÑO SANTO: INDULGENCIA PLENARIA (con estas condiciones):

1. Visitar la catedral recitando alguna oración U(Padre nuestro o Credo) orando por las intenciones del papa.
2. Recibir los sacramentos de la confesión (15 días antes o 15 días después de la visita).
3. Comulgar tras la confesión.

Capítulo especial es la apertura de la Puerta Santa, con la que se inicia el Año jubilar, que se abre el 31 de diciembre del año anterior. El Arzobispo de Santiago derriba desde el exterior tras golpearlo por tres veces, el murete que tapia la llamada Puerta Santa, en un lateral de la catedral. A partir de ese momento permanece abierta todo el año hasta el siguiente 31 de diciembre en que será de nuevo tapiada.

sábado, 24 de diciembre de 2011

La peregrinación

El rey Alfonso II mandó edificar sobre el sepulcro una iglesia y comienzan a llegar gentes a la tumba del Apóstol. En el  844, el 23 de mayo en Clavijo cerca de Logroño, el rey Ramiro I de Asturias se enfrenta a las tropas musulmanas de Abderramán II. En plena batalla, el apóstol Santiago aparece espada en mano a lomos de su famoso caballo blanco atacando a los infieles. Los cristianos vencen contra pronóstico naciendo el sobrenombre de Santiago Matamoros. En el siglo X la peregrinación a Compostela es un hecho. Es la época del camino de la costa, más seguro que los del interior, expuestos a los árabes. A partir del año 1000 se popularizan las peregrinaciones a Santiago. Los reyes entendieron que mantener el Camino libre y seguro era asegurarse una vía económica, comercial y militar para controlar su territorio. Dos son los reyes que más apoyarán la ruta, Sancho III el Mayor y Alfonso VI. El Camino se dota de calzadas y puentes y hospitales para el peregrino. La primera eclosión en las peregrinacionesse produce en los siglos XI y XII. En 1122 el Papa Calixto II proclama Año Santo Jacobeo aquel en el que el 25 de julio coincida en domingo. Multitudes de gentes comienzan a llegar de todas partes de Europa. El Camino Francés es el más utilizado y por Roncesvalles se constatan miles y miles de peregrinos en estos años, más tarde con la conquista de Zaragoza se habilitaría el ramal de Somport a Puente La Reina. A partir del siglo XIV el Camino entra en declive por la peste negra que diezma la población, la cristiandad comienza a dividirse, el mundo se ensancha. En los siglos XVII y XVIII el Camino recobra parte del prestigio y recibe peregrinos ilustres, sin embargo en el XIX los librepensadores, los descubrimientos científicos, la revolución industrial y el desarrollo urbano no contemplan un modo de vida con reminiscencias medievales. Fue tan aguda la crisis que en 1884 el papa León XIII tuvo que declarar verdaderos los presuntos restos del Apóstol reaparecidos en unas excavaciones (se habían escondido en el siglo XVI ante las incursiones inglesas del pirata Francis Drake). Hoy en día la peregrinación a Santiago parece recobrar el esplendor y en 1985 la UNESCO declaró la ruta Patrimonio Universal de la Humanidad.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Quién fue Santiago

Antes de la aparición del cuerpo del apóstol Santiago ya se iba a Finis Terrae, y allí muchos hombres sintieron terror al ver apagarse el sol en el océano. Pero desde el presunto descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la vía más importante de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los peregrinos sirvió como vehículo de todo un desarrollo artístico, social y económico. La tradición jacobea es la creencia de que el cuerpo de Santiago está enterrado en el sepulcro de Compostela. Corría el año 813 d.c.cuando el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, avisado por el eremita Pelayo de la existencia de unas luces misteriosas, informó al rey asturiano Alfonso II del descubrimiento de una tumba que contenía los restos del apóstol Santiago. Dice la leyenda que los discípulos de Santiago en el año 42 robaron el cuerpo de Palestina, donde le habían decapitado, y le embarcaron en una nave que con una tripulación angelical llegó a Iria, en la confluencia del Sar y el Ulla (la ría de Arousa). En cuanto atracaron, el cuerpo del apóstol fue llevado 12 millas hasta el lugar donde hoy se le venera. En la catedral de Santiago se conserva la roca donde dicen que fue atada la barca que trajo el cadáver del santo.
Hay varios Santiagos en el Nuevo Testamento, y al de Compostela se le añade el apelativo: "Santiago, el Hijo de Zebedeo o el Mayor", el hermano mayor de Juan, el Apóstol. , y originarios de Betsaida habitaban en la cercana Cafarnaún, trabajando en el negocio familiar de pesca en las riberas del Lago de Genesaret. De este círculo de pescadores, Jesús se llevó sus cuatro primeros discípulos: Pedro y su hermano Andrés, Santiago y su hermano Juan. Santiago, pues, gozaba de especial confianza y relación con Jesús, como uno de los discípulos básicos, destacándose con Pedro y Juan del resto de los discípulos, obteniendo el puesto de testigo privilegiado en los momentos más importantes. Una vez muerto Jesús, Santiago formó el grupo inicial de la iglesia primitiva de Jerusalén. Herodes Antipas I lo escoge para dar un escarmiento a la comunidad cristiana y contentar a los judíos. Y así termina Santiago: Herodes lo hace decapitar con la espada allá por los años 41-44, convirtiéndose en el primer apóstol en verter su sangre por Jesucristo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El Camino de Santiago

El Camino de Santiago ha sido en la historia europea el primer eje vertebrador de Europa. El hallazgo del presunto sepulcro conllevó ser un referente en el que converger la pluralidad de culturas y de pueblos distintos ya cristianizados. Los reyes hispánicos fueron conscientes de la importancia que suponía disponer de una reliquia como los restos de Santiago el Mayor para sus propios intereses de orden territorial y militar (hombres y dinero), y por ello colaboraron activamente en la difusión y propagación del santo, básico para el éxito del camino.
Los soberanos de Navarra, Aragón y Castilla atrajeron a sus dominios gentes ricas y poderosas y también personas de todo origen y condición, utilizando todos los medios a su alcance para seducirlos: intercambio de presentes y estímulo del comercio, políticas de matrimonio y contactos de todo tipo y, sobre todo, la proclamación de los parabienes de todo tipo que las ofrendas a Santiago suponían, si uno iba a visitar el sepulcro. La creencia en los milagros del santo provocó que la gente comenzar a peregrinar a Santiago de Compostela para obtener su gracia.
El primer peregrino conocido fue Gotescalco, obispo de Puy, en 950; más tarde iniciaría el camino Raimundo II, marqués de Gothia, y un siglo más tarde peregrinaba el arzobispo de Lyon.
El camino de Santigo fue a partir de ahí un canal directo de cultura, de información, de comunicación enriqueciendo a unos y otros: cuanto se decía, de predicaba, se contaba, cantaba, esculpía o pintaba, alcanzaba siempre a más gente y más lugares. Compostela se convertiría en un centro neurálgico junto a Roma y a Jerusalén, especialmente entre los siglos XI a XIV, siendo un foco catalizador de toda la sociedad.

viernes, 16 de diciembre de 2011

El Camino Francés

El Camino que une Saint Jean de Pied de Port con Santiago de Compostela es el eje más importante y popular de las peregrinaciones jacobeas.
Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se ha convertido en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el Camino. En 1993, Año Jacobeo, se produce el resurgimiento peregrinal. La mezcla de reto deportivo con religiosidad, con una búsqueda de uno mismo todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre hayas y castaños, entre leyendas y milagros hacen del Camino una experiencia singular.